LA PIEL
Varias enfermedades dermatológicas se calman en contacto con agua termal. Este tipo de baños hacen bien para problemas como la psoriasis, la dermatitis y el eczema.
Varias enfermedades dermatológicas se calman en contacto con agua termal. Este tipo de baños hacen bien para problemas como la psoriasis, la dermatitis y el eczema.
Al bañarse en aguas termales se mejora la alimentación de los tejidos del cuerpo, incrementando el metabolismo. Al mismo tiempo, la temperatura del agua estimula el intestino, favorece la digestión y mata gérmenes.
Los problemas articulares y dolores musculares se benefician enormemente de los baños termales. El calor disminuye la rigidez y mejora la movilidad. Las aguas termales tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes ideales para enfermedades reumatológicas y autoinmunes.
El organismo se oxigena al sumergirse en estas aguas a altas temperaturas. También, se aumenta la circulación de la sangre y la producción de endorfinas. Por sus beneficios físicos y psicológicos, los tratamientos con aguas termales son muy recomendados para post operatorios de cirugías.
Las aguas termales ricas en magnesio tienen efectos sedantes, ideales para inducir el sueño. Son muy útiles en personas con insomnio o trastornos del sueño. Las ricas en litio se usan para tratar trastornos depresivos y desequilibrios de ánimo.